Los Ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos, reunidos en La Habana, en ocasión de su XV Consejo Político:
Rechazamos las agresiones y manipulaciones concertadas contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, así como los engaños y mentiras que amenazan tanto su soberanía, independencia y estabilidad, como las de toda la región.
Condenamos la injerencista, ilegal y proimperialista conducta del Secretario General de la OEA, así como sus intentos por impedir el ejercicio del derecho soberano de la hermana Venezuela a la democracia participativa, refrendada en su Constitución bolivariana, plenamente coherente con la Carta de las Naciones Unidas y la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Exigimos a la OEA, que presume de garante de la democracia en el hemisferio, explicar su selectividad política, para amparar los golpes de Estado y la subversión contra gobiernos progresistas y revolucionarios electos por el voto popular, así como su silencio respecto a las desapariciones forzadas y a los asesinatos de periodistas y líderes políticos y sociales.
Reclamamos el fin del silencio cómplice de la OEA ante la construcción del muro contra México y Nuestra América y las deportaciones masivas de migrantes latinoamericanos y caribeños que huyen de la pobreza y la inseguridad en sus países, especialmente las deportaciones que producen ruptura familiar y dejan a menores sin amparo.
Repudiamos los intentos de la OEA de resucitar contra Venezuela, bajo falsas acusaciones de “amenazas a la paz y la estabilidad colectivas”, y mediante criterios politizados y sesgados, los discursos y prácticas injerencistas que en el pasado condujeron a agresiones, invasiones y ocupaciones militares de países y a crueles dictaduras en el hemisferio.
Respaldamos a la Revolución Bolivariana, que ha reivindicado los derechos y la dignidad de millones de seres humanos dentro y fuera de sus fronteras, agradecemos su generosa solidaridad y sus esfuerzos a favor de la unidad y la integración de nuestra región, al tiempo que compartimos sus ideales de democracia, justicia social y de apoyo a los oprimidos en cualquier parte del mundo.
Apoyamos los esfuerzos del gobierno venezolano por el desarrollo y la prosperidad de su nación, con el concurso de todos los sectores de la sociedad, así como su voluntad de conducir un diálogo amplio, inclusivo, constructivo y respetuoso, sin injerencias ni condicionamientos externos, para buscar soluciones a los principales problemas que afectan la vida de sus ciudadanos.
Reconocemos los denodados esfuerzos del gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros y sus esfuerzos personales por impulsar el diálogo nacional y disolver diferencias.
Apreciamos la capacidad de resistencia del bravo pueblo venezolano y la unión cívico-militar, baluartes del ideario emancipador bolivariano.
Reafirmamos que la unidad y los esfuerzos mancomunados nos permitirán enfrentar, en mejores condiciones, los desafíos de toda índole que amenazan a la región. Es impostergable luchar y defender una Latinoamérica y Caribe unida en su diversidad en la que prevalezcan el respeto, las relaciones de amistad y cooperación, como establece la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Reafirmamos nuestra convicción profunda de que preservar la independencia de Venezuela es preservar la independencia, la unidad, la estabilidad y el desarrollo de la región.
*¡Es la hora de la unidad, de la paz y la esperanza!*