25 junio 2016

Al Partido Comunista de Venezuela

Al Partido Socialista Unido de Venezuela

Al pueblo venezolano:

Por medio de la presente, el Partido Comunista de los Estados Unidos extiende su solidaridad al Partido Comunista de Venezuela, al Partido Socialista Unido de Venezuela, y al pueblo venezolano, en esta coyuntura crítica en la cual los reaccionarios venezolanos e internacionales pretenden aprovecharse de la crisis económica que impacta su país, para imponer su agenda neoliberal y retrograda.

Al tener éxito en este empeño, derrotarán a los muchos triunfos de la clase trabajadora venezolana y del pueblo venezolano desde la elección del presidente Hugo Chávez Frías en 1998. Esto resultaría una derrota para la clase trabajadora no solo en Venezuela sino en el mundo entero también, y por lo tanto no debe permitirse.

El Partido Comunista de los Estados Unidos nota el papel negativo llevado a cabo por distintos personajes internacionales incluyendo el Secretario General de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, el presidente del gobierno de España Mariano Rajoy, el presidente Mariano Macri de Argentina y el presidente ilegitimo y golpista de Brasil, Michel Temer, además de otros, para interferir en los asuntos internos de Venezuela, con el fin de adelantar sus propias agendas reaccionarias. Opinamos que lo que ha estado haciendo el Sr. Almagro lo descalifica para el puesto importante de secretario general de la OEA, y es un recuerdo amargo del papel de aquel organismo en mantener la hegemonía imperialista en nuestros continentes. Cabe mencionar la hipocresía de Almagro y otros, quienes, arremetiendo en contra de Venezuela por haber defendido sus intereses nacionales, dan la vista gorda a tantas violaciones de normas democráticas en países como Haití, México, Honduras, Paraguay y hasta en nuestro propio país.

Deploramos, también, el hecho que nuestro presidente Barack Obama haya extendido por un año más la declaración de que Venezuela sea un peligro para la seguridad e intereses de los Estados Unidos, y también la acción tomada por el Congreso de los Estados Unidos al respecto.

Exigimos que tales acciones sean repudiadas por la administración de Obama y por el Congreso estadounidense, y que se acaben todas sanciones.

Finalmente notamos los esfuerzos de promover negociaciones por medio de UNASUR y la propuesta para una comisión de verdad y reconciliación, y exigimos a nuestro propio gobierno a que apoye y no obstaculice este proceso.

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