El pueblo organizado no aceptará un gobierno de vileza y traición nacional. Los brasileños no aceptarán un presidente que quiere llegar al poder mediante un golpe de Estado. Michel Temer conocerá la ira santa de millones de brasileños. Socorro Gomes es Presidenta del Consejo Mundial de la Paz y del Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y Lucha por la Paz (Cebrapaz).
El pueblo brasileño va a derrotar la villanía y el golpe
Infamia y vilanía han sido los personajes principales este domingo (17 de abril), en la Cámara de los Diputados. Una sesión para llenar de oprobio a los responsables de esta trama tejida de odio por el Vice presidente de la República, Michel Temer, cuya memoria traerá vergüenza a los brasileños durante muchas generaciones.
Por Socorro Gomes*
Él, que quiere usurpar el mandato dado a la presidente Dilma a través de los votos de 54 millones de brasileños, tendrá un lugar en la historia como un hombre que utilizó su cargo de vicepresidente para tramar y conspirar y, a través del camino odioso de traición a la Constitución que juró respetar, alcanzar el poder sin votos, golpeando a la democracia y a la voluntad del pueblo.
Impulsado por una ambición incontrolable, Michel Temer ha elegido los que promueven el golpe para ofrecer su servicio como un perro de caza en un engranaje criminal. El maestro de ceremonia en este acto fraudulento enmascarado como un juicio a un delito inexistente contra el orden fiscal, las llamadas "pedaladas", fue el Presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, que es acusado y enfrenta un proceso de destitución a cargo del Consejo de Ética de la Casa, en juicio por corrupción en la Corte Suprema. Como bufones están los Diputados Jovair Arantes y Rogério Rosso. Las presuntas maniobras fiscales (las llamadas "pedaladas", un término despectivo) ni siquiera fueron mencionadas por los Diputados cuando declaraban sus votos, en una clara demostración de la poca importancia que el tema del informe votado tiene para los que "juzgan".
Para la mayoría de derecha en la Cámara, lo que importaba era seguir adelante con el golpe de Estado contra un gobierno progresista que sacó 30 millones de brasileños de la pobreza extrema, abrió las puertas de las Universidades para los hijos de trabajadores y llevó electricidad a todos los rincones de Brasil. Un Gobierno que mantuvo una relación respetuosa con los demás países, elevando las relaciones internacionales del país, poniendo a Brasil en el hall de naciones que ayudan a construir un mundo de paz, como participante en la integración de América Latina y el Caribe, un protagonista en la lucha por la justa causa de los pueblos y las naciones que aspiran al desarrollo, la justicia y la paz.
La conjunción de los intereses antidemocráticos y anti-nacionales ha creado una mayoría en la Cámara que golpea al Estado de Derecho, que se deroga votos de los brasileños y anula los resultados soberanos de las urnas.
A cargo de la Casa y la sesión, presidiendo el proceso de destitución de la Presidente de la República, estuvo él quien es uno de los acusados en la operación "Lava Jato", sobre el cual hay cargos, apoyados por evidencias, de blanqueo de dinero y un plan de pagos que recibió a través de bancos en Suiza. El Abogado General de la Unión, José Eduardo Cardorzo, en su defensa de la Presidenta, subrayó que el Presidente de la Cámara ha actuado por venganza, cuando tuvo sus intereses socavados.
Las escenas en la sesión que aprobó el proceso de destitución de la Presidenta de la República han sido deprimentes. Los diputados de caras blancas y lisas, en su ballet de la ignominia, mezclaron a la familia y a Dios con gritos cargados del odio contra los sin tierra, los sin techo y en contra de todo lo que se acerca a la protección social de los excluidos, o a las políticas sociales impulsadas hacia la búsqueda de la justicia social en un país que es la exclusividad de una minoría de privilegiados y millonarios.
El golpe de estado promovido por las fuerzas en la casa grande, que nunca han aceptado el progreso de un proyecto de redención social y integración continental, trae graves peligros para la paz en Brasil y en el continente, con repercusiones en el equilibrio mundial. Por más de una década, Brasil ha contribuido al éxito de las causas justas de la humanidad, la autodeterminación, la cooperación y la paz internacional. Como dijo el ex-presidente Lula, al ser contactado por George W. Bush por apoyo a la agresión contra Irak, en 2003, "La guerra de Brasil es contra el hambre". Desestabilizar un gobierno en su curso hacia la paz y la justicia en el ámbito internacional es un servicio que los que promueven el golpe ofrecen a las potencias imperialistas, que están en ofensiva para retomar sus privilegios en toda América Latina.
El pueblo organizado no aceptará un gobierno de vileza y traición nacional. Los brasileños no aceptarán un presidente que quiere llegar al poder mediante un golpe de Estado. Michel Temer conocerá la ira santa de millones de brasileños.
El pueblo le va a dar la espalda y sabrá cómo defender sus logros, la democracia y el estado de derecho. Después de haber utilizado el puesto de Vicepresidente de la República para conspirar contra el Gobierno del que era un miembro ha puesto sobre su mandato la mancha del golpe de Estado, un mandato que sólo tiene por ser parte de la fórmula presidencial encabezada por Dilma Rousseff en dos elecciones. Por lo tanto, Michel Temer ha manchado la propia Constitución que juró defender, razón por la cual debe ser destituido. El Frente Brasil Popular, los partidos políticos de izquierda y progresistas pueden y deben impulsar una campaña en esa dirección.
Habrá aún más la lucha contra el golpe, por la democracia.
*Socorro Gomes es Presidenta del Consejo Mundial de la Paz y del Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y Lucha por la Paz (Cebrapaz).