Llamamiento conjunto para las elecciones al Parlamento Europeo
[Texto acordado el 3 de diciembre de 2018]
Por una Europa de los trabajadores y trabajadoras, y de los pueblos
Las elecciones al Parlamento Europeo encuentran a las trabajadoras y trabajadores y los pueblos de los países miembros de la Unión Europea (UE) enfrentados a grandes problemas y dificultades. Los trabajadores y trabajadoras se enfrentan a la precaridad laboral e inseguridad social, desigualdades, pobreza y al ataque a sus salarios, pensiones y derechos. Los pueblos, y en especial la juventud experimentan el desempleo, migración económica forzada, disminución del acceso a la educación, salud y vivienda. Una realidad que es la expresión de la explotación intensificada y las políticas de empobrecimiento.
Se profundizan las asimetrías y el desarrollo desigual entre los Estados Miembros de la UE. La propia Unión Europea continúa en crisis y enfrentada a graves problemas e incertidumbre.
La UE, las clases dominantes y las fuerzas que los representan ya no pueden ocultar el creciente descontento social que sus políticas están provocando: el neoliberalismo en la economía, la falta de democracia y la estructura centralizada de su funcionamiento, militarización e intervencionismo en las relaciones internacionales. Hoy, hay muchos más que admiten que las declaraciones y promesas de la UE y de las fuerzas que la lideran han sido refutadas, ya que la realidad a la que se enfrentan nuestros pueblos es muy diferente:
• En lugar de 'prosperidad', los pueblos en la UE cuentan con desempleo, personas sin hogar y pobreza a millones, mientras que miles de millones de Euros se canalizan para rescatar a los bancos. Los servicios públicos y las empresas públicas se privatizan. Los bienes sociales son comercializados. Las pérdidas de los bancos se convierten en deuda pública sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras
• En lugar de 'democracia y libertad', se implementan nuevos mecanismos para clasificar a los ciudadanos y controlar internet. Las libertades democráticas, incluidos los derechos sindicales, se encuentran bajo ataque. La ultraderecha y el neofascismo, que había sido derrotado por la lucha de los pueblos en el siglo 20, están reapareciendo de nuevo en Europa, mientras que el anticomunismo y el falseamiento de la historia europea está adquiriendo un carácter institucional. En ciertos Estados Miembros, las fuerzas de ultraderecha están participando en los gobiernos, mientras que el Sistema les permite difundir el veneno del odio racista, la xenofobia, el chovinismo, el sexismo y la homofobia, cuestionando la misma idea de igualdad.
• En lugar de 'paz', la UE está constantemente militarizando y profundizando su vínculo orgánico con la OTAN. Ahora, con la creación de una cooperación estructurada en el campo militar (PESCO), ha comenzado una nueva fase del militarismo que, entre otras cosas, significa más gasto militar y un cambio en la inversión, dirigido hacia la industria y el comercio de armas. Al mismo tiempo, la UE participa en una escalada de intervenciones y agresiones contra Estados y pueblos, ejemplificado por su complicidad con Israel frente al drama vivido por el Pueblo palestino.
• En lugar de defender el medio ambiente, la UE subordina sus políticas medioambientales a lasleyes del mercado. Los escándalos de las industrias multinacionales que violan la legislación sobre el medio ambiente y la incapacidad de tomar las decisiones necesarias para combatir el cambio climático y las dramáticas consecuencias de los problemas ambientales para los pueblos, atestiguan la brecha entre declaraciones y acciones.
• En lugar de solidaridad y enfrentar las causas que llevan a millones de personas a abandonar sus países, la UE aplica políticas que incrementan y deterioran la situación. Su participación en las intervenciones imperialistas en Oriente Medio y el Norte de África multiplicaron el número de refugiados. Las cargas del pasado colonial en combinación con las políticas neocoloniales de explotación de los países de África y Asia, han creado un círculo vicioso de pobreza y subdesarrollo que lleva a sus pueblos a buscar una vida digna en Europa. Al mismo tiempo, el gran capital en los países europeos enfrenta a refugiados y migrantes como mano de obra barata que desea explotar para minar las relaciones laborales. Nadie duda de que la migración y la crisis de los refugiados es un tema complejo y multidimensional. Sin embargo, el militarismo, el racismo y la xenofobia nunca pueden ser la respuesta. Las fuerzas progresistas están llamadas a luchar en cada estado miembro de la UE para dar respuestas de acuerdo al derecho internacional y para que prevalezcan los principios de solidaridad, internacionalismo y unidad de la clase trabajadora.
Los pueblos quieren y necesitan otra Europa - ¡Otra Europa es posible!
Además del marco de los Tratados, Políticas Comunes y el Pacto de Estabilidad, la UE en los últimos años creó un mecanismo draconiano para ejercer un control sofocante sobre los presupuestos y políticas fiscales de los estados miembros a través del Tratado Fiscal, la Gobernanza Económica y el Semestre Europeo. Se está profundizando la Unión Económica y Monetaria, se están institucionalizando las relaciones político-económicas de dependencia, y la soberanía para ejercer una política distinta a nivel nacional está siendo anulada, mientras la democracia y el derecho de las personas al desarrollo socioeconómico se ve socavado. La 'Unión Bancaria' hace presión por una gigantesca concentración de capital y por el control de los sistemas financieros de los estados. Los acuerdos de libre comercio con los centros de poder del mundo (como CETA con Canadá), en combinación con la política comercial neocolonial con las periferias en desarrollo del mundo, constituyen el aspecto externo de un modelo económico profundamente injusto y explotador.
La democracia, el Estado y la Soberanía popular se ven cuestionados por la imposición de las relaciones de dominación política y económica dictadas por la dirección de las grandes potencias y determinada por los intereses de los grupos económicos y financieros. Los gobiernos electos se encuentran bajo profundas amenazas y son objeto de chantajes. Los referéndums son ignorados, o repetidos hasta que la gente vote acorde a los deseos de la UE.
Las advertencias emitidas por las fuerzas del progreso sobre el carácter de la UE, las políticas o el curso de la propia UE -tal como se definen en sus Tratados y que se han profundizado con las políticas que han implementado la derecha y la socialdemocracia de Europa-, han demostrado ser ciertas. Sin embargo, la UE no solo no escucha la voz de los pueblos, sino que está intensificando el ataque al nivel de vida y derechos de nuestros pueblos. Con el eslogan "Más Europa", los líderes de la UE no están discutiendo sobre un camino diferente o una Europa diferente, sino sobre la velocidad con la que la UE de los monopolios, la militarización y las directrices continuará siendo reforzada. Por otro lado, no solo el nacionalismo y el racismo de la ultraderecha no son una alternativa, sino que representan el rostro más reaccionario del capitalismo, que recuerda las épocas más oscuras de Europa.
La crisis en la UE, resultado del capitalismo y sus contradicciones, pone de relieve de forma dramática todos los problemas y ha demostrado que la UE no es reformable en su esencia, ya que sus tratados definen una estructura y un proceso neoliberal y militarista. El camino a la cooperación efectiva en Europa tendrá necesariamente que basarse en los principios de soberanía, libertad, democracia, progreso social y paz.
Otra Europa es posible, necesaria y más oportuna que nunca. Otra Europa - una Europa que servirá a los trabajadores y trabajadoras, a los pueblos y sus necesidades - puede nacer a través de un cambio radical de los cimientos sobre los que se construyó la UE. Un cambio radical concebido y decidido por las trabajadoras/es y los pueblos de Europa.
La historia del continente europeo está llena de legados militantes y revolucionarios. Lo prueba que los pueblos, con el pueblo trabajador y la juventud como fuerza pionera pueden, con sus luchas, frenar los actuales ataques y las medidas bárbaras; volver a bloquear el camino a la ultraderecha y al fascismo; allanar el camino para grandes transformaciones sociales de carácter antiimperialista y antimonopolio: proporcionar una alternativa al capitalismo; proyectar una vez más la visión de construir nuevas sociedades, para el progreso, la paz y la justicia social.
Unimos fuerzas. Fortalecemos las luchas
Las fuerzas comunistas, progresistas, anticapitalistas, anti-neoliberales, de izquierdas y ecologistas que firmamos este llamamiento consideramos que las próximas elecciones al Parlamento Europeo del próximo mayo, puede representar una oportunidad significativa para que sea expresada nuestra lucha por el presente y futuro de nuestros países y continente.
Sabemos que el peligro de la ultra derecha hoy representa una gran amenaza para nuestro continente y sus pueblos, que también es alentado por la Administración de Trump en los Estados Unidos. Las fuerzas dominantes y los intereses de la UE no pueden frenar esta amenaza porque son sus políticas las que abonan el terreno para su formación, mientras que algunos incluso colaboran abiertamente con esta ultraderecha.
Sólo las fuerzas del progreso, las fuerzas que luchan por los derechos laborales y sociales, y por la soberanía de los pueblos, pueden ser el bastión de la resistencia a la ultraderecha y el fascismo. Es por eso que su fortalecimiento es la opción para cada ciudadana y ciudadano demócrata y progresista de cada uno de nuestros países.
Llamamos a los trabajadores y trabajadoras, a jóvenes, mujeres y, en general a los pueblos de los Estados Miembros de la UE a expresar sus demandas, aspiraciones, luchas y visiones con su voto en las elecciones al Parlamento Europeo, reforzando las fuerzas que, -como nosotros, los partidos que firmamos este llamamiento- están a la vanguardia de las luchas laborales y sociales y se comprometen a continuar la lucha:
Por una Europa de los derechos sociales
Que sirva a aquellos que producen la riqueza e impulsan la economía, esto es, la gente trabajadora; que garantice empleos permanentes, estables, y dignos para todas/os; que restaure y promueva conquistas y derechos sociales; que defienda y promueva los servicios públicos; que garantice el derecho a la educación y al trabajo para la juventud, y una vida digna para las personas mayores y grupos sociales vulnerables; que reconstruya y expanda infraestructuras sociales de apoyo a familias, niñas y niños, personas con discapacidad.
Por una Europa de progreso económico, social y ecológicamente sostenible.
Por un camino de desarrollo social y económico para nuestro continente que promueva una convergencia real y cada vez mayor entre los diferentes países; que debe basarse en programas públicos de inversiones en políticas sociales, el uso sostenible de los recursos naturales y la protección del medioambiente; que tomen medidas radicales contra el cambio climático, mientras que aseguran la justicia social; que promueva el potencial productivo de cada país, respetando el derecho al desarrollo y un modelo de desarrollo sostenible; que asegure la soberanía y la seguridad alimentaria; que defienda el carácter público de los sectores estratégicos de cada país y apoye a las pequeñas y medianas empresas; que ponga fin a los paraísos fiscales, movimientos libres y desregulados de capital y que combata e imponga impuestos a las actividades especulativas del capital.
Por una Europa de paz y cooperación con todos los pueblos del mundo
Una Europa que respete la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, incluido el principio de autodeterminación de los pueblos y la integridad territorial y soberanía de los estados; que rechace la carrera armamentística y la militarización de las relaciones internacionales; que actúa por el final de las injerencias agresivas y las agresiones externas; que pone fin a las alianzas militares agresivas como la OTAN y la existencia de bases extranjeras y luche por el desarme, incluida la eliminación de todas las armas nucleares del territorio de los Estados miembros y la abolición total de las armas nucleares. Por una Europa que promueva la cooperación y amistad entre los pueblos de todo el mundo, iguales y mutuamente beneficiosas - cooperación política, económica, social, cultural.
Por una Europa de democracia, de cooperación entre Estados soberanos con igualdad de derechos
Por una Europa que respete la democracia y la participación democrática, la soberanía y la igualdad de derechos de sus estados, la diversidad cultural y la identidad de cada pueblo, los derechos de las minorías; una Europa que no será gobernada por directivas, lobbies o Estados más poderosos sino por los pueblos.
Por una Europa de libertad, derechos y solidaridad
Por una Europa que defienda las libertades democráticas, como los derechos sindicales, los derechos civiles y sociales - incluidos los derechos digitales de la ciudadanía, la privacidad, la protección de datos personales y la neutralidad de Internet; que rechaza los mecanismos represivos, de clasificación y vigilancia; que garantiza en la practica la igualdad de todas las personas sin distinción de género, etnia, color, religión, discapacidad e identidad sexual; combatir todas las formas de discriminación contra la mujer y consolidar los derechos de las mujeres, incluidos sus derechos sexuales y reproductivos.
Trabajamos unidas/os y fortalecemos el Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo. Con este fin, seguiremos desarrollando nuestra cooperación y nos comprometemos a continuar el trabajo del Grupo de la Izquierda Unida Europea / Izquierda Verde Nórdica (GUE / NGL) en el Parlamento Europeo sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo de nuestras diferencias, caminos, experiencias y peculiaridades; continuar nuestra acción conjunta a través del GUE / NGL como un escenario de cooperación que se centra en las muchas cosas que nos unen en la lucha por otra Europa. Reafirmamos el carácter y la identidad de este Grupo Parlamentario como espacio confederal de cooperación entre comunistas, obreros, progresistas, izquierdas y fuerzas ecológicas cuyo objetivo común es dar voz dentro del Parlamento Europeo a las luchas de los trabajadores y trabajadoras, y de los pueblos; para hacer valer, proponer y defender políticas progresistas y claramente diferentes de las políticas que la derecha y la socialdemocracia han perseguido y continúan persiguiendo; para dar expresión y contenido a la lucha por otro rumbo para Europa.
Al firmar este llamamiento, nos comprometemos a defender estos objetivos y directrices. Cuanta mayor fuerza tengamos, más fuerte será la lucha por una Europa de cooperación, progreso social y Paz.
Partidos adheridos al Llamamiento Conjunto para las Elecciones de 2019 al Parlamento Europeo:
Comunistes de Catalunya
Partit Comunista d’Espanya – PCE
Izquierda Unida – IU (Espanya)
Esquerra Unida i Alternativa – EUiA (Catalunya)
Anova Irmandade Nacionalista – Anova (Galícia)
Partit Comunista Portugués – PCP
Partit Comunista Alemany – DKP
Die Linke (Alemanya)
Partit Comunista d’Àustria – KPŐ
Partit del Treball de Bèlgica– PTB-PVDA
Partit Comunista de Bohèmia e Moràvia – KSČM (República Txeca)
Partit Progressista del Poble Treballador– AKEL (Xipre)
Partit Comunista de Dinamarca – DKP
Partit Comunista a Dinamarca – KPiD
Partit Comunista de Finlàndia – SKP
Partit Comunista Francês – PCF
Partit Comunista Italià – PCI
Partit de la Refundació Comunista - Esquerra Europea – PRC-SE (Itàlia)
Partit Comunista de Luxemburg – KPL
Partit Comunista de Malta – PKM
Partit Comunista Britànic – CPB
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