POR UN OCHO DE MARZO REVOLUCIONARIO
Las mujeres comunistas de Guatemala conmemoramos la fecha del 8 de marzo recordando su origen: las jornadas de lucha que protagonizaron miles de mujeres obreras para exigir mejores condiciones de trabajo y de vida. Fue Clara Zetkin, quien desde el pensamiento y las ideas socialistas acerca de la situación social de opresión de las mujeres, propone en 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrar UNA JORNADA INTERNACIONAL DEDICADA A LA MUJER.
El Comité de Mujeres Comunistas ROSA LUXEMBURGO saluda en este día a las diversas mujeres guatemaltecas y del mundo, y en especial a las mujeres de la clase trabajadora y a las que luchan contra las diversas opresiones y violencias del patriarcado, el capitalismo y el imperialismo. Dedicamos esta jornada de lucha a recordar y reconocer a nuestras mártires. Nuestro homenaje a todas las campesinas, proletarias, trabajadoras, que participaron y cayeron en las luchas revolucionarias contra el Estado opresor y el capitalismo.
La mayoría de la población guatemalteca, y principalmente las mujeres, vivimos en una situación de pobreza, miseria, represión, violencia, inseguridad y discriminación. Esta situación se ha agravado en la nueva fase de acumulación de capital. La voracidad de la burguesía nacional y los intereses de las empresas transnacionales se imponen sin misericordia. La respuesta del Estado a las luchas anticapitalistas y populares, contra la invasión y el despojo de las multinacionales, la oligarquía y la gran burguesía, ha sido la represión y criminalización. Somos muchas las mujeres valientes estamos pagando con abuso, maltrato, el ataque directo a nuestra integridad física, la privación de libertad, por el único delito de defender el agua, la vida, la tierra, la dignidad y la soberanía.
La violencia contra las mujeres en todas sus expresiones, como violación a los Derechos Humanos, ha aumentado considerablemente. Los indicadores reflejan el aumento de denuncias de casos de violencia y de feminicidio. Se agrava la explotación sexual comercial de las mujeres con la expansión de la prostitución y la trata de mujeres, niñas y niños, y el uso y mecanización de nuestros cuerpos por las industrias de las comunicaciones y las empresas.
El trabajo productivo y reproductivo de las mujeres no se valora socialmente. Accedemos a puestos de menor remuneración en actividades vinculadas a las cadenas de cuidados, sin mayor protección social. No se da cumplimiento por parte de las autoridades del Ministerio de Trabajo al marco normativo que establece la creación de las guarderías en los centros de trabajo, lo cual impacta en las dobles o triples jornadas de trabajo para las mujeres.
En las maquilas, en las fábricas, en el campo, en el trabajo doméstico, las mujeres tenemos salarios miserables, con jornadas extenuantes y abusos de todo tipo. Se aplican mecanismos que permiten mayor discriminación y explotación hacia nosotras. La flexibilidad para la sobreexplotación de la clase trabajadora responde a intereses y cambios que promueve la burguesía nacional y las empresas transnacionales para su beneficio, y que se regulada a través de normativas institucionalizadas por parte del gobierno. Esto ha agravado la pobreza y la exclusión social, y el incumplimiento de nuestros derechos fundamentales. A todo esto debe añadirse que la falta de empleo implica que cada vez más mujeres optemos por irnos al extranjero en búsqueda de alternativas laborales. Esto implica en muchos casos la violación sistemática de nuestros derechos humanos y laborales, en el tránsito y en los lugares de destino.
Las mujeres comunistas de Guatemala:
DENUNCIAMOS todas las prácticas que desde el Estado, las empresas y la vida cotidiana, estigmatizan, discriminan, oprimen y violentan a las mujeres. Nuestras luchas van encaminadas a la construcción del socialismo, como proyecto político que nos llevará a una sociedad comunista: una sociedad de cultura superior, compuesta por seres humanos libres e iguales, respetuosa de nuestras diversidades, en la que primará el bien común o buen vivir, y no la propiedad privada, el despojo o la explotación del capitalismo.
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CONDENAMOS todas las formas de violencia de clase, racista y patriarcal sobre nuestros cuerpos-territorios en todas sus expresiones (sexual, psicológica, económica, simbólica) y EXIGIMOS al gobierno y el sistema de justicia burgués:
· el cese de la impunidad en todos los casos de feminicidio y otros actos de violencia en contra de las mujeres;
· la pronta resolución de todos los casos de violencia física y sexual, ejercida por las fuerzas militares y paramilitares del Estado contrainsurgente y las multinacionales;
· El abordaje responsable para la erradicación de la trata de mujeres, niñas y niños, para la explotación laboral y sexual;
· El cumplimiento de la normativa nacional e internacional en materia de derechos humanos, laborales y equidad de las mujeres;
· La contabilidad en el producto nacional del trabajo reproductivo que hacemos las mujeres, y el seguro social universal, en las mismas condiciones que el resto de las y los trabajadores.
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HACEMOS UN LLAMADO a la sororidad y solidaridad entre todas las mujeres guatemaltecas de los diversos pueblos; a la unidad de las luchas populares, feministas, antipatriarcales y anticapitalistas, para derrotar al capital y poner fin a las distintas opresiones sobre las mujeres y los colectivos de la diversidad sexual. La fragmentación de las luchas nos debilita, mientras que el patriarcado y el capitalismo campean a sus anchas.
En este 8 de marzo, las mujeres comunistas de Guatemala nos declaramos una vez más en resistencia y rebeldía contra las violencias del patriarcado y el capitalismo que nos oprime y nos deshumaniza.
¡POR LA AUTODETERMINACIÓN DE LAS MUJERES FRENTE A LAS DIVERSAS VIOLENCIAS Y OPRESIONES DEL PATRIARCADO Y EL CAPITAL!
¡POR UN MUNDO DONDE SEAMOS SOCIALMENTE IGUALES!
¡POR LA REVOLUCIÓN Y EL SOCIALISMO!
COMITÉ DE MUJERES COMUNISTAS
“ROSA LUXEMBURGO”
En el aniversario del nacimiento de Rosa Luxemburgo
Guatemala, 5 de marzo del 2015
Publicado por PCG en 12:29
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